viernes, 20 de abril de 2012

El inicio de la aventura...

Nuestras sociedades occidentales, supuestamente avanzadas, se configuran tanto en torno a la forma política de la democracia formal como al de un contrato social mediante el cual, las capas de población más extensas y desfavorecidas reciben transferencias de las menos numerosas pero mucho más ricas con el fin de reducir las tensiones sociales que pudieran desembocar en una revolución.

Un primer elemento que es necesario poner de manifiesto, con el fin de explicar nuestro posicionamiento posterior, es la confusión interesada que se ha generado al conectar un determinado sistema económico como es el capitalismo con los principios de la democracia formal.

Queridos lectores: EL CAPITALISMO NO ES IGUAL A LA DEMOCRACIA FORMAL.

Podemos decirlo más alto pero, en ningún caso, más claro. Se trata de una mentira instrumental del lento proceso de destrucción del tejido social a través de la progresiva introducción del hedonismo y de la renuncia a los principios personales y sociales que configuran la estructura de una determinada forma política.

El modelo productivo que conocemos como capitalismo se basa en dos falacias que, por triviales y absurdas, dejan de tener sentido para la mayoría de las personas:


  • Los recursos ilimitados.
  • El crecimiento continuado.
En un entorno cerrado, como es el del planeta en el que el ser humano desarrolla sus actividades, supongo que resultará claro para nuestros lectores que:

  • Los recursos se encuentran limitados. Lo cual induce que...
  • El crecimiento no puede ser continuo e infinito.
El corolario que podemos extraer de ello es que un modelo sustentado en las dos falacias antedichs ES INSOSTENIBLE, salvo que se modifiquen las condiciones de contorno de alguna manera, esto es:


  • Nos expandimos por el espacio.
  • Se produce un adelanto tecnológico que permita alargar los plazos y límites de sostenibilidad de este planeta.

Durante los dos últimos siglos, hemos asistido al progresivo triunfo de un modelo productivo que, sin duda, ha permitido la explosión demográfica y la mejora del nivel de vida de capas cada vez más amplias de la población pero ello ha sido a costa de:

  • Esquilmar los recursos naturales del planeta.
  • Provocar la implosión del sistema de forma más o menos violenta, en varias ocasiones. (Crisis económicas recurrentes, Depresiones, Guerras locales y Mundiales...)
  • Redistribución de las rentas de forma cada vez más asimétrica.

Lo que ha provocado la eclosión de un modelo de globalización fuertemente tensionado y cada vez más apartado de los supuesto principios fundacionales del sistema del que surgió.

Porque, ¿lo hemos dicho ya? EL MODELO PRODUCTIVO DEL CAPITALISMO NO TIENE UNA RELACIÓN DIRECTA CON EL MODELO POLÍTICO BASADO EN LA DEMOCRACIA FORMAL.

Por ello, estamos asistiendo a un progresivo empobrecimiento de los canales de participación ciudadana en las instituciones de gobernanza internacional porque, ¡es tan complicado entender el funcionamiento de los mercados, la globalización, los sistemas de transferencia de fondos, la existencia de paraísos fiscales, etc!

Con esta entrada, hemos sentado las bases de nuestra argumentación posterior. Se trata de conceptos sencillos que, sin duda, requieren de explicaciones en profundidad pero consideramos que bastan para iniciar la aventura intelectual de intentar comprender por qué y, sobre todo, intentar predecir las consecuencias de ello.

Seguiremos...

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